Este año el mundo sufrió un gran daño, el cual nos fortaleció y volvió la vida aún más preciada. Nos exigió que detengamos la rutina y desarrollemos nuestra capacidad de resiliencia, la cual nos obliga a hacer frente a la adversidad, superarnos e incluso permitir que nos transforme. Todos debimos evaluar en donde nos encontrábamos y si aquello en lo que ocupábamos nuestro tiempo nos daba felicidad y nos permitía crecer hacia las metas que deseamos alcanzar, también aprendimos rápidamente a priorizar la familia y darle ese valor que olvidamos expresar cotidianamente. 

Juntos aprendimos a ver la vida de una forma totalmente diferente y dentro de la diversidad de grupos humanos, los rotarios formamos parte de la primera y más grande plataforma de servicio, que este año nos ha impulsado a corregir nuestras limitaciones, desarrollar el manejo de la tecnología y alinear nuestros valores éticos y morales. Aprendimos a subir la información de nuestras metas y proyectos a My Rotary, lo que nos permitirá cuantificar y valorizar todos nuestros esfuerzos tanto por áreas de interés, inversión realizada, horas de trabajo y zonas atendidas, permitiendo que más personas conozcan nuestra labor y se unan a nosotros para trabajar.